Centro Imagina abre sus puertas de la mano de su propietaria y directora Rocío Rodríguez López.

Rocío, profesora vocacional y gran emprendedora, comienza su andadura en Dos Hermanas dando clases a niños a partir de 2006.

Comenzó en la cocina de su casa, después en un pequeño centro en 2017 y por fin, en 2019 logró su sueño de abrir Centro Imagina en una de la avenidas más transitadas de Dos Hermanas.

El objetivo principal de Centro Imagina fue desde un principio, como bien apunta su nombre, que todos los alumnos que acudiesen a él «consiguiesen todo aquello que siempre imaginaron».

La idea de innovar con un centro de estudios donde no solo se trabajase la parte académica del alumno, sino también la personal y poder ayudarles en una evolución completa, fueron los cimientos de esta empresa.

En 2021 nace también el Gabinete de Centro Imagina, otra de las grandes ilusiones de su directora. Este gabinete tiene como principal función ayudar a todos aquellos niños con problemas de aprendizaje, trastornos del desarrollo y discapacidad a conseguir todas las metas que se propongan gracias a los servicios de Pedagogía Terapéutica, Logopedia, Atención Temprana, Terapia Psicomotriz y Psicomotricidad, y siempre dentro de un entorno completamente inclusivo.

Como madre de una niña con discapacidad, Rocío se implica al 100% en cada caso o historia, buscando la mejor forma de ayudar a estos alumnos y acompañando a los familiares en primera persona en todo el proceso, además de buscar una comunicación continua con los demás profesionales con lo que trabaja conjuntamente.

Hacer una mención especial a las profesionales del centro que día tras día ponen todo su empeño, cariño y vocación con sus alumnos. Se trata de una plantilla maravillosa, donde desde la primera profesora a la última y sin olvidar a su recepcionista, crean un ambiente de trabajo increíble que se percibe tan solo al traspasar la puerta.

En definitiva, con este Centro y sus grandes profesionales, se ha buscado fomentar la motivación y autoestima del alumnado, afirmando categóricamente que «en el momento que un alumno se da cuenta de que puede hacerlo, ya todo lo demás va sobre ruedas».

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